El Real Decreto 1138/2023: Regulación del Panorama Audiovisual en la Era Digital

El 19 de diciembre de 2023, se aprobó el Real Decreto 1138/2023, una normativa que marca un hito en la regulación de los servicios de comunicación audiovisual en España.

Este decreto establece un marco legal para el Registro estatal de prestadores del servicio de comunicación audiovisual, así como para los prestadores de servicios de intercambio de vídeos a través de plataformas y de agregación de servicios. Este Real Decreto será de aplicación, entre otros, a los usuarios de especial relevancia de los servicios de intercambio de vídeos a través de plataforma conforme a lo establecido en el artículo 94.2 de la Ley 13/2022, de 7 de julio, de comunicación Audiovisual, en donde se incluyen los “influencers”.

Destacan los comúnmente denominados «vloggers», «influencers» o «creadores de contenido», que gozan de una gran relevancia en el mercado audiovisual desde el punto de vista del consumo y la inversión publicitaria. Y muy particularmente entre el público más joven, sobre el que ejercen una notable influencia social.

Antecedentes de la Regulación

La necesidad de regular el entorno audiovisual no es nueva. Desde la promulgación de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual, se han identificado vacíos legales ante el avance de las plataformas digitales. La llegada de la Directiva (UE) 2018/1808, que modernizó el marco normativo europeo en este ámbito, impulsó aún más la necesidad de actualizar la legislación en España.

Con el auge de plataformas como YouTube, Instagram y TikTok, los usuarios han pasado de ser consumidores pasivos a convertirse en creadores activos de contenido. Los “influencers” y “vloggers” han transformado la publicidad y el consumo de medios, alcanzando audiencias masivas y convirtiéndose en figuras clave en el mercado audiovisual.

Contenido del Real Decreto 1138/2023

Este nuevo decreto tiene varios puntos clave que redefinen la regulación del sector:

Aplicación normativa: para quienes empleen servicios de intercambio de vídeos o comunicación audivisual a través de plataforma y para aquellos que tengan la condición de «usuario de especial relevancia».

Para ser considerado «usuario de especial relevancia» deben de cumplir una serie de requisitos como pueden ser unos ingresos iguales o superiores a 300.000€, una audiencia significativa y la publicación de un número de vídeos en el periodo de un año natural.

Registro Obligatorio: Todos los usuarios de especial relevancia incluidos aquellos que operan en plataformas de intercambio de vídeos, deben inscribirse en el Registro estatal de prestadores del servicio de comunicación audiovisual, de prestadores del servicio de intercambio de vídeos a través de plataforma y de prestadores del servicio de agregación de servicios de comunicación audiovisual» Este registro no solo permitirá un mayor control, sino que también facilitará la transparencia en la industria.

Comunicación Previa de Inicio de Actividad: Cualquier prestador que desee iniciar actividades debe comunicarlo previamente. Esta medida busca asegurar que los contenidos ofrecidos se ajusten a la normativa vigente y se identifiquen adecuadamente los responsables de su producción.

Protección de Derechos de Autor: El decreto refuerza las medidas para proteger los derechos de autor, asegurando que los creadores de contenido reciban la compensación correspondiente por el uso de sus obras. Esto es especialmente relevante en un entorno donde la originalidad y la creatividad son clave para el éxito.

Responsabilidad en el Contenido: Se establecen responsabilidades para los prestadores en relación con el contenido que publican. Esto incluye la obligación de retirar o bloquear contenidos ilegales, lo que contribuirá a un entorno más seguro para los usuarios, especialmente los más jóvenes.

Implicaciones para Creadores e Influencers

La aprobación del Real Decreto 1138/2023 tendrá diversas repercusiones para los creadores de contenido y los influencers. Por un lado, la regulación ofrecerá un marco que puede contribuir a la legitimidad de su actividad, al alinearla con los estándares establecidos para la comunicación audiovisual. Esto podría resultar en un aumento de la confianza del público y de los anunciantes en su trabajo.

Sin embargo, también se plantean desafíos. La carga administrativa que implica la inscripción en el registro y la comunicación previa podría ser un obstáculo, especialmente para los creadores más pequeños o aquellos que están empezando. La burocracia podría desincentivar la creatividad y la innovación, aspectos fundamentales en un sector donde la agilidad es crucial.

Además, los influencers y creadores deberán adaptar sus estrategias de contenido y marketing para cumplir con las nuevas regulaciones. Esto incluye ser más conscientes de los derechos de autor y la legalidad de los contenidos que utilizan en sus producciones.

La Influencia de los Creadores de Contenido

Los influencers han demostrado ser una fuerza poderosa en el mercado audiovisual, especialmente entre el público joven. Su capacidad para generar conexiones auténticas con sus seguidores les permite impactar en las decisiones de consumo de manera significativa. La regulación de su actividad, por tanto, no solo tiene implicaciones legales, sino también sociales y culturales.

Al regular a estos creadores, el gobierno busca proteger tanto a los consumidores como a los propios creadores, asegurando que operen en un entorno justo y transparente. Esto podría facilitar un ecosistema más sostenible, donde se valore la creatividad y se respete el trabajo de los creadores.

Conclusión

El Real Decreto 1138/2023 representa un paso decisivo hacia la modernización y regulación del sector audiovisual en España. En un momento en que la digitalización redefine la forma en que consumimos y producimos contenido, esta legislación busca crear un marco que no solo proteja a los consumidores y creadores, sino que también fomente un entorno de innovación y creatividad. A medida que la industria evoluciona, será crucial que los reguladores se mantengan flexibles y atentos a las nuevas tendencias, garantizando que las normas apoyen un ecosistema audiovisual diverso y dinámico.