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“El código que valía millones” o cómo la protección de una invención puede cambiarte la vida

En CASAS ASIN, como despacho de abogados especializado en Patentes y Marcas, conocemos sobradamente la importancia de proteger la actividad creativa de nuestros clientes mediante las figuras de Patente y Modelo de Utilidad, o a través de la Propiedad Intelectual. El Código que valía millones refleja en la ficción como no salvaguardar la exclusividad de tu creación puede no solo ser sinónimo de fracaso, sino también de un aprovechamiento indebido de tu ingenio

Yuri Müller y Carsten Schlüter fueron un informático y un diseñador alemanes de los años 90 a los que el destino unió una noche cualquiera sin saber que lo haría para cambiar el devenir de sus vidas para siempre. Juntos crearon “Terra Visión”, un software informático que permitía viajar desde el ordenador de casa a cualquier parte del planeta a golpe de clic.

Puede ser que al leer estas líneas el programa informático al que hacemos mención evoque a otro mucho más popular durante los años 90 y 2000: Google Earth. Pues, efectivamente, el argumento de esta producción se basa en el litigio que enfrentó a los de Silicon Valley con los fundadores de la pequeña entidad germana Art+Com en la lucha por probar que el gigante americano había infringido la patente de Terra Visión copiando el funcionamiento de su algoritmo.

Una práctica extendida

Tristemente, este caso llevado a la pequeña pantalla por Netflix es solo un ejemplo más de cómo algunas de las grandes potencias pueden aprovecharse del imaginario de pequeños creativos y sus invenciones ofreciendo, para conseguir sus objetivos, promesas de compra o licencia de sus patentes que nunca llegan a materializarse.

Además, dentro de las estrategias que estas grandes mercantiles suelen usar, está la de ofrecer sumas económicas determinadas con objeto de fijar una cuantía máxima de indemnización en una eventual reclamación judicial, montos que nunca superan los costes de un litigio por infracción de patente, un acto que no solo ha venido apagando los sueños de muchos ingenuos inventores, sino también su sed de justicia.

“La Red Social” que narra cómo el dueño de Meta podría haber comprado “la idea” de Facebook a unos compañeros universitarios o “Proyecto Colibrí” en el que los protagonistas tratan de alcanzar el éxito fabricando un singular cable de fibra óptica mientras que una notoria compañía interfiere en sus pretensiones, son otros ejemplos de cómo la vulneración de derechos de propiedad intelectual ha sido acercada a través del cine y la televisión a nuestra sociedad, muchas veces desconocedora de este prisma jurídico.

La clave del fracaso

Retomando el análisis de la serie que protagoniza este artículo, puede afirmarse que el gran error cometido por Müller y Schlüter fue revelar su novedoso algoritmo a la persona que finalmente se lo traspasaría a Google, no protegiendo debidamente su invención antes de exponerla al gran público. Ni cláusulas ambiguas, ni un cuidado informe técnico, ni la demostración en juicio de los 700 millones de dólares de beneficios reportados a Google por el uso de los datos de los usuarios de Google Earth fueron suficientes para convencer a un inexperto jurado popular que se dejó llevar por los argumentos del gigante de Internet frente a los estudiados tecnicismos del equipo jurídico de los alemanes.

Tras el visionado de esta producción en nuestro I Ciclo Cultural, desde CASAS ASIN como despacho de abogados especializado en Patentes y Marcas, no podemos sino evidenciar aún más si cabe la importancia de que un correcto asesoramiento en materia de protección de la propiedad industrial e intelectual salvaguarda a empresas y emprendedores en la protección de sus intangibles frente a la mala fe de terceros.